miércoles, 20 de noviembre de 2013

Hoy tendrías 75 (Las 50 corbatas de mi padre Reeditado)

"Las últimas palabras de una persona antes de partir son las que uno más recuerda"

Hace poco más de dos años, mi líder dijo esa frase, lo dijo para hacernos recordar a Jesús, él le había dejado a sus discípulos la gran comisión y luego de eso se fue al cielo al lado del Padre.  No sé cuántas veces antes habrá dicho esta frase, pero lo que sí sé es que esa fue la primera vez que yo tomé consciencia de ella.  Quince días antes de que la dijera acababa de fallecer mi papá y yo no recordaba lo que me dijo ese día, de hecho, no recordaba nada. En realidad, aún no lo hago, no sé si lo saludé, no sé si me despedí, no recuerdo nada.

****
Martes 15 de junio del 2011, Parque de la Exposición 6pm, estaba predicando...
"Por eso nosotros tenemos que aprender a perdonar chicas, pase lo que pase tenemos que aprender a no guardar rencor, sino perdonar sin medida."

En casa, San Isidro 6:30pm
"Vámonos, me llamó mi tía dice que mamá se llevó a papá al Hospital, se puso mal, le dio otro infarto parece".... 
Yo: "¿Qué? ... Espera, vamos a orar antes de salir...."

Hospital 8pm
El hermano mayor de mi papá temblando en el sofá llorando: "Ya murió, mi hermano murió"
Yo: No, los médicos siguen atendiéndolo...

8:10, llamada telefónica
Yo: Inés, ¡tienes que orar por mi papá! Está en el hospital, mi tío dice que ya murió, pero yo no lo creo, ¡no lo creo!
Inés: Sí Cavicita, yo oraré por él, pero así tu papá se muera, tienes que seguir con Dios
Yo: ¡¡Claro claro!! Pero mi papá no va a morir!!

8:15 Afuera de Emergencias
"Carmen, tranquilízate, mi tío dice que ya murió mi papá, que está demasiado tiempo y que lo que hacen los médicos ya no va a surtir efectos."
"¡No! No es cierto, vamos, los médicos aún no han dicho nada..."

9pm Sala de Emergencias
Mi prima sale de esa habitación llorando "lo siento tía, hicimos todo lo que pudimos"
Mamá: voy a entrar a verlo
Prima: lo están preparando
Mamá: Yo también soy médico, quiero ver a mi esposo así

Entramos, mamá, mi hermano menor, mi  tío, el mejor amigo de mi papá y yo.  Él estaba ahí, echado, mamá cerró sus ojos.  Todos lloraban excepto mi hermano menor y yo.  Creo que estábamos demasiado impactados como para llorar.  En casa mis hermanos mayores tampoco lo podían creer.  Él estaba bien la noche anterior, él estaba bien esa mañana, él estuvo para almorzar horas antes.  Él estuvo ahí siempre ¿y ahora? 
...


Mis consiervos llegaron, yo escuchaba voces y a mi hermano menor diciendo "No le hagas caso, anda con tus amigos".... Sacaron a mi papá de esa sala para llevarlo a la morgue... Yo tenía un objetivo ... "Voy a resucitarlo" Pero lo perdí de vista, estaba perdida en ese lugar que yo había recorrido tantas veces desde pequeña, pero ese día no era bueno para recordar nada.  
Minutos más tardes mis amigos regresaron, habían ido a la morgue, estuvieron de cara frente a mi papá, no sabemos cómo, pero los dejaron entrar.... Recuerdo a mi consiervo abrazarme
y decirme "Cavicita, fuimos a orar por tu papá" mis ojos se abrieron a más no poder, estaba alegre! "¿Sí?" le contesté, "Sí CaVi, ahora solo toca esperar" me dijo, pero me recordó "Y si no sucede, tu sabes que la voluntad de Dios es Agradable, Perfecta y..." "Buena", completé yo.

Papá no resucitó, papá no volvió de los muertos.  Pero la vida continuaba aquí.
Recuerdo esa noche estar echada en la cama y decir "No, esto no me está pasando a mi, mi papá no se ha muerto, esto no me ha pasado a mi"

Mi tío llegó de Colombia para estar con nosotros en el velorio, vino de improviso, no me había percatado cuánto se parecen hasta que sucedió algo especial...

Mamá: Tu tío no tiene corbatas, felizmente tu papá tenía como cincuenta corbatas
Ella sacó el corbatero de papá, con sus preciosas corbatas y se las dio a mi tío para que él usara una apropiada.  En la sala estaba él, viendo las corbatas y decidiendo cuál ponerse.  Entonces salí de mi habitación y lo vi, parado frente a ellas, cogió dos y me dijo "¿Cuál crees Carmencita?" Cogió las dos y colocó cada una frente a su camisa para que yo viera cuál combinaba mejor.  Lo hizo tal cual mi papá lo haría y yo le diría "Papá, esta está mejor" sacando una tercera distinta.  Ese día mi corazón se partió en dos, no pude dejar de llorar y aún él se sentía mal, le escogí la mejor corbata.

***


Ese mismo día decidí escribir la primera edición de esta entrada, las Cincuenta Corbatas de mi Padre y es que mi papá tenía demasiadas (¡eran más de 50!), él era genial aunque muchos no lo veíamos a la primera. A través de esas corbatas es que yo pude conocer al Rey.

Mi papá tenía la corbata del servicio:

Él nació con esa corbata en su corazón, mi papá era médico patólogo, trabajaba en una clínica especializada en nacimientos, sus pacientes eran mujeres embarazadas y bebes recién nacidos. Recuerdo que no importa si era media noche, muy temprano en la mañana, o acabara de llegar a casa, si lo necesitaba salía corriendo a atender a sus pacientes.  Además, veía otros temas.  Mamá me contó como un día llegó llorando "¿qué habría pasado?"  Estaba ayudando a un colega en un hospital nacional conocido, le habían pedido que ayudara en un tema específico y en la puerta de ese hospital vio a una señora con un niño en brazos desalentada "¿Qué le pasa señora?", le dijo a lo que ella contestó "Vengo para que dialicen a mi hijo desde provincia, he tenido que tomar un bus hasta aquí y cuando llego me dicen que no podrán hacerlo hoy, y no tengo dónde quedarme". Él le contó este caso al médico, estaba mortificado y quería plantear alguna solución inmediata "¡¿Cómo era posible que entre compatriotas nos hiciéramos esto?!" ... Pero este doctor solo le dijo "Arturo, esta es tu realidad date cuenta"  Pero papá JAMÁS se conformó con "su realidad", sino que dio todo de sí para los demás.  Y esa corbata de servicio es la que hemos heredado mis hermanos y yo.  No nos conformamos a esa realidad, y siempre que se puede damos más de lo que se puede ofrecer, no por presumir, no para vanagloria nuestra, sino porque es algo que ya quedó sellado en nuestro corazón.  Papá no tuvo que decirnos "hazlo" , de hecho, muchas veces nosotros no fuimos los hijos ejemplares, pero me doy cuenta de algo, su influencia siempre estuvo sobre nosotros y hoy usamos esa corbata.

Una corbata que conocí muy bien fue la de Padre: 

Mi papá nos amaba mucho, a cada uno nos hizo sentir especiales a nuestro modo.  A mi hermana mayor apoyándola en sus emprendimientos, a mi segundo hermano acompañándolo en cada concierto, a mi último hermano animándolo en lo que hacía de su carrera y a mi … lo que más recuerdo es su trato como “princesita” (mi hermana era la mayor y yo la menor).  Recuerdo que yo renegaba, todo era “Una princesa no haría esto, no haría lo otro…” Un día le dije, ya no quiero ser una princesa!!" ..y él se rió y me dijo “OH! Nojojo tu siempre serás una princesa hijita”… “Pero ya no quiero…. Hmmm, bueno si seré princesa, entonces no quiero tender la cama!!!” jajajaja siempre tuve un tema con el orden.  Papá siempre me trataría como una princesa, corrigiéndome como una princesa la frase que más recuerdo es su típico “Wait, Wait” (siempre nos hablaba en inglés)… Imagínense a una colérica sanguínea le decían “Espera”.  Mi papá tuvo la paciencia de lidiar con este torbellino y enseñarle su identidad de Hija, de Princesa, de Mujer del reino.  Creo que así fue como Dios empezó a sellar en mí que yo soy su Hija y mi identidad es de Princesa del reino.

Otra corbata que tenía mi papá era de Rey:

Como ya lo mencioné antes, él nos trataba a todos como príncipes (o delfines) y princesas, él era el Rey y mamá la reina.  En su identidad de Rey, papá siempre nos proveyó, no vivíamos en una mansión, pero nunca nos faltó nada, cada vez que había un problema, teníamos la plena confianza de que el rey de la casa iba a proveer.  A veces veía a mi mamá preocupada y yo pensaba “pero si papá lo va a hacer” y así sucedía.  Yo sin duda tengo algo muy claro, por cuanto mi papá tuvo su corbata del servicio muy bien definida, así como la de líder de la casa, la provisión no iba a faltar jamás.  Proveer, no solo significa dinero, también significa protección, abrigo, cobijo, y entre papá y mamá, siempre tuvimos eso, siempre había un brazo o pecho donde llorar, donde cobijarse y echarse un rato a descansar. 

La última  corbata que contaré era la de fe: 

Esa corbata me la enseñó desde que era pequeña.  Es con esta corbata que mi papá me empezó a enseñar de Dios.  Su frase típica era “¿Crees en Dios?".  Yo tendría 4 a 5 años, no sé cómo, me imagino que por mis padres, pero yo ya tenía plena conciencia de quién era Dios y que era Todopoderoso y Omnisciente.  Pero le tenía miedo a la oscuridad y a las sombras que formaban terribles monstruos que querían comerme.  Yo lloraba y gritaba “¡Papá! ¡Papá!” mi papá no escuchaba bien, así que me armaba de valor, baja de la cama y corría hasta su cuarto y lo despertaba…

Yo: “papi, papi despiértate… papá!”
Papá: “Hijita, ¿qué pasa?”
Yo: “cuéntame un cuento, tengo miedo" 

Me llevaba a la cama, se echaba a mi lado y empezaba “Once upon a time, there was a King…” (todas las historias eran de nuestra familia y un reino).  Cuando terminaba la historia yo no dormía aún y no quería que se fuera, entonces venía la temida pregunta “Pero hijita ¿acaso no crees en Dios?”…¡ UY! Era terrible, mi mente se quedaba en duda, yo creía en Dios, pero también en esas sombras y sabía que no podía negar a Dios, eso estaría muy mal, ¡era pecado!... “Sí… pero…” y entonces venía la respuesta de siempre y papá se iría “Entonces, no tengas miedo, porque Dios está en todos lados y está aquí contigo, así que descansa”.  Fin de la discusión.  Ahora que lo medito, luego de esa frase me quedaba completamente dormida hasta la mañana siguiente.  

Papá me enseñó a confiar ciegamente en Dios desde que era pequeña y desde ese momento como niña le confiaba a Dios mis más  difíciles problemas, entre ellos estaba el caso de la aguja e hilo perdidos que Dios encontró para mamá (oración específica de una niña xP!)

Y, así, papá tuvo sus 50 corbatas: la de esposo (esa la conoce mejor mi mamá), la de padre que tiene otras tres versiones (porque tengo otros tres hermanos que lo conocieron cada uno desde su perspectiva), la de colega, la de amigo, la de hermano, la de primo.  Papá siempre quería estar ahí para todos en la medida que pudiera.  Si se comprometía, lo haría con excelencia.  si te decía que llegaba, llegaría, aún cuando se demorase, pero ahí estaría.  Y mis hermanos y yo hemos heredado muchas de sus cualidades.  Mi hermana mayor tiene su mirada, dulce y analítica, ella es la más pausada meditando antes de hablar y actuar (ella si aprendió el “Wait”).  Mi segundo hermano es tan brillante como él, hace brillar todo lo que tiene entre sus manos,  es Biólogo y Pianista y en ambas cosas ha triunfado.  Mi último hermano es su copia jejeje no le gusta que diga esto, pero ¡¡ERES IGUALITO!! No solo por su rostro, a mi me parece que también mucho en su forma de pensar, en sus valores y amor por este país.  En mi caso, creo que heredé su capacidad de hablar en público, de escribir y extenderme sin problemas (aunque a veces sí! Jaja).. y su pasión y amor por Dios, porque él fue quién me enseñó que con Dios todo lo podemos hacer.

Hoy cumpliría 75 años, él ya no está con nosotros, a todos nos dolió fue un golpe fuerte, pero hemos crecido, hemos madurado, habíamos tomado rumbos distintos, pero él nos volvió a unir al fallecer.  Dios tuvo un propósito con su vida y sé que la cumplió y cuando llegue nuestro tiempo lo volveremos a ver y nos gozaremos una vez más.

Hoy veo que es real el Salmos 37:25-26 

"Una vez fui joven, ahora soy anciano, 
sin embargo, nunca he visto abandonado al justo
ni a sus hijos mendigando pan.
los justos siempre prestan con generosidad
y sus hijos son una bendición" 

Porque todo lo que él hizo nos dio por herencia habla por nosotros en este tiempo.


Quizá yo no recuerde qué fue lo que dijo el último día, pero recuerdo lo que habló toda mi vida. Quizá hoy muchos no recuerden su nombre, pero lo siguen viendo a través de sus hijos.  

Eso me hace pensar, QUIZÁ MUCHOS NO VEAN A DIOS HOY, PERO LO CONOCEN A TRAVÉS DE SUS HIJOS.  LOS HIJOS DE DIOS, TAMBIÉN REFLEJAMOS SU ROSTRO EN ESTA TIERRA.

ATRÉVETE A CONOCER LAS 50 CORBATAS DE DIOS, ESTOY SEGURA QUE ENCONTRARÁS QUE SON MÁS DE 50 Y TODAS SON PARA TI. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario