jueves, 11 de septiembre de 2014

Cartas a Dios

*******
Enero 2009 
Dos amigas caminaban por las calles de Lima...

"Y... ¿Por qué no le escribes a Dios?" dijo la primera con una vivacidad única
"¿Una carta?" - preguntó con muchas curiosidad su amiga
"Sí, una carta ... yo siempre hago eso y Dios me contesta " volvió a decir con esa voz cantoril
"Una carta....." se quedó CaViLando...
*******

Y, así, mi querida Inés llenó de curiosidad mi mente e inquietó mi corazón... ¿será que mi sistema de correspondencia no llegaba? ¿sería acaso que mi teléfono espiritual estuviera marcando al número equivocado? 

Recuerdo esa conversación tan fresca como si fuera ayer, esa misma noche, cogí lápiz y papel, y empecé... "Querido Dios:....." 


Nuestros tiempos con Dios son preciados, son maravillosos y sus conversaciones pueden ser llenas de muchas preguntas y respuestas... si es que sabes escuchar.  Lo cierto es que en aquella oportunidad, yo tenía un anhelo y decidí hacer algo nuevo.  Se me ocurrió derramar mi corazón con todo lo que tenía, esa carta empezó tan triste, pero a medida que terminaba de escribirla, describiendo cada detalle de lo que sentía empecé a recobrar ánimos y a expresar mi agradecimiento y alegría con Dios por cada detalle que Él haría o había hecho hasta ese tiempo en mi vida.  Aquel día el tema principal de la carta eran mis sentimientos, el anhelo de conocer a esa persona, de llegar a enamorarme realmente de alguien, pero la tristeza de no ver en ese momento a alguien con otros ojos... 9 meses después, la correspondencia llegó (deben comprender que el DHL celestial tuvo que viajar, por lo menos 149 600 000 km para llegar hasta mi habitación y traer la respuesta).  En realidad, la respuesta había llegado desde mucho antes, a través de su palabra y diversas conversaciones que tuvimos, pero ese día la carta terminó de escribirse y pude ver el resultado final.  Ese día empecé a salir con el que ahora es mi esposo y oraron para bendecir nuestra relación. 

"Daniel, he venido en este momento para que entiendas todo con claridad."
Daniel 9:22 


A partir de ese momento, mi correspondencia con Dios empezó a ser un poco más fluida, ja ja no digo que no converse con Dios, no niego que el Espíritu Santo y yo caminamos diariamente (él es quien tiene la primicia de mis chistes día a día), pero mis cartas a Dios empezaron a ser la prueba tangible de algo especial entre Él y yo, de nuestra relación, iban más allá de un diario, más allá de un cuaderno donde escribíamos promesas, esas cartas son las que envías cuando el amor de tu vida está en altamar y hay tantas cosas que decirle que con solo hablarlas no basta, porque tu lengua tropieza con tantas palabras que salen de tu interior, y se hace necesario escribirlas y expresar, en un poema de amor, todo lo que sientes.  Abres tu corazón y dejas que fluya, alineas mente, boca y alma para darle sentido a las palabras.  Es un salmo que aún no tiene música, pero la letra ya esta escrita, entonces, el mensajero envía tu carta, la cual ya tiene la respuesta enviada. 

"Tan pronto como empezaste a orar, Dios contestó tu oración" 
Daniel 9:23

En mi habitación, tengo un mural de sueños y, al lado de cada sueño, una carta escrita, el Espíritu Santo y yo las leemos y recordamos con alegría aquellos momentos de angustia, contemplando la respuesta a ellas en cada una de nuestras conversaciones.  Es maravilloso contemplar la correspondencia, no solo leerla, sino vivirla.

A Dios le encanta conversar con nosotros, por eso el velo se rasgó una vez Jesús murió como sacrificio por nosotros, para que ya no haya más brecha que nos separe.  El papel es bueno de vez en cuando, para esos momentos donde algunos sentimos el "silencio"; nos puede ayudar a mantener la fe y recordar en el futuro las estaciones por las que pasamos; nos puede ayudar cuando recién estamos empezando a tener una relación con Dios y no sabemos qué decir, ni cómo; nos puede ayudar cuando ha pasado mucho tiempo y sentimos que ya las cosas se vuelven monótonas.  Pero nunca olvides... Papá, el Amor de tu vida, siempre está listo para atenderte...   

"Mi corazón te ha oído decir: Ven y conversa conmigo.
Y mi corazón responde: Aquí vengo, Señor" 
Salmos 27:8


¿Y tú, te animarías a escribirle una carta a Dios? 
Pero más que nada, ¿te atreves a renovar cada día tus conversaciones con Él? 
Dios anhela la frescura de tu voz, la revelación de tus palabras. 


¡Esta canción me encanta! No hay nadie más atento a ti, que Dios mismo. 



3 comentarios:

  1. No sólo me gustó lo que escribes, sino que también inquietaste mi corazón para escribirle a Papá. Nunca lo había visto de esa manera, pero llevas razón en cada párrafo. Gracias por el trabajo que haces de edificar mente y corazones. Dios Te Bendiga siempre.
    Atte: Yuvi Gómez
    Muy buena canción :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado y servido :) Te animo a que lo compartas y sigas leyendo cuando quieras.
      Bendiciones :)

      Eliminar
  2. Da por hecho la solicitud y no dejes de escribir, te seguiré.

    ResponderEliminar