viernes, 30 de agosto de 2013

¡Tengo un cita!


Y ahí estaba ella, lista para su encuentro especial. Estaba bella, llevaba un vestido rojo y corto. Su cabello perfectamente arreglado, tenía una peineta dorada que compró especialmente para la ocasión. Usó poco maquillaje, quería verse natural. Ella estaba RADIANTE.

Ese día lo estaba esperando. Volteó por todas partes. Sus ojos rondaban por varios lugares, el viento sopló y sintió la brisa en su rostro; era como una caricia. Se sintió refrescante. Deseó escuchar su voz y el viento sopló dulcemente en su oído. Anhelaba tanto verlo y deseaba con todo su corazón percibir su fragancia, y las flores de un cerezo empezaron a revolotear a su alrededor. Él ya había llegado, estaba ahí con ella, estaba a su lado.

¡Acababa de iniciar su cita con Dios! 



“¡Enamórame!” recuerdo que lo dije con determinación… estaba en mi jardín y miré al cielo “Quiero que hoy me regales una rosa blanca” alguna vez había escuchado que cuando alguien le regala una rosa blanca a otra persona quiere decir que le está prometiendo fidelidad.


Ese día yo tenía que salir temprano para dar un apoyo a la iglesia, estaba caminando hacia la avenida, sonriente, y a lo lejos vi a una señora caminando con algo en sus manos. Claramente vi como cogía papel y lo tiraba al piso, cuando pasé por ese lugar me agaché para recoger el dichoso papel (quería arrojarlo a la basura), al tenerlo entre mis dedos me di cuenta que ese no era ningún papel... ¡Era una rosa blanca! …. Automáticamente recordé “Enamórame” y “por cuanto me creíste yo te seré fiel” (esta segunda frase Dios me la dio cuando recién llegué a la iglesia y seguí en contra de la opinión de muchos).



¡OH El Primer AMOR! … Qué maravilloso es, nunca antes te has enamorado, nunca antes has sentido nada por nadie, es la primera persona que te gusta. Lo/ La viste y tu corazón comenzó a latir rápidamente. No supiste qué era esa sensación, pero era especial. Cuando no lo/la veías te sentías tan melancólico, querías conversar más y más con esa persona, sobretodo querías saber más de él/ella. Das todo de ti, los mejores detalles, las mejores sonrisas, tus mayores esfuerzos.

Cuán importante es el primer amor, marca cosas en ti, puede enseñarte mucho, pero también puede crearte muchos temores. Es por eso que tu primer amor no debería ser cualquiera, sino alguien que sepa cuidar tu corazón como un especial tesoro.

Alguien capaz de llenar el vacío en tu corazón

Hay un vacío que todos tenemos, el cual no lo podemos cubrir con nada, ni nadie; sin embargo creemos que cualquier vicio, persona, animal o cosa puede suplir la necesidad de llenarlo y como resultado terminamos con el corazón herido.


Ese vacío está dentro de tu corazón, ¿tan pequeño como para estar ahí y causa tantos estragos cuando no es llenado? … Así es, pero eso solo sucede si no lo llenamos con la medida adecuada. Ese vacío tiene tamaño DIOS y nada más lo puede llenar.


“Me viste antes de que naciera.
Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro.
Cada momento fue diseñado
antes de que un solo día pasara.
Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí oh Dios.
¡No se pueden enumerar!”
Salmos 139:16-17

Él nos vio antes que nosotros supiéramos de su existencia. Y desde ese día empezó a planificar cada día que pasaría contigo, los ideó con sumo cuidado, tú eres su más grande amor, así que no quisiera que esos días fueran tristes ni aburridos. Había la posibilidad de que no aceptáramos sus planes, pero aun así continuó con el diseño de toda una vida de citas contigo.

Se pone bello, usa su mejor fragancia “Hoy tengo una cita” piensa así que se mira frente a su espejo celestial y se acomoda la corbata, sonríe con confianza “¡Qué ganador!” Saca su celular y marca el número directo de tu corazón…

Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo».
Y mi corazón responde: «Aquí vengo, Señor».
Salmos 27:8





¡Esa es la respuesta que tanto estaba esperando!

Hoy Dios quiere una cita contigo, no lo hagas esperar, es una cita en la eternidad.





No hay comentarios:

Publicar un comentario